La ecodigitalidad es una cultura emergente que promueve un uso responsable, ético y sostenible de las tecnologías digitales, considerando el ciclo de vida de los dispositivos, reduciendo el consumo energético y el impacto ambiental del uso de las TIC. En Colombia, el proyecto Cultura Ecodigital (CED), establecido en 2019, lidera esta visión de educar y transformar hábitos digitales hacia prácticas más conscientes y respetuosas con el entorno.
El tema cobra especial relevancia en Colombia, donde la proliferación del acceso a internet y dispositivos móviles crece, pero también lo hacen los retos ambientales como la generación de residuos electrónicos y el elevado consumo energético. Frente a este escenario, la juventud colombiana emerge como un actor clave: conectada, consciente y comprometida, es el motor que impulsa iniciativas educativas, campañas de sensibilización y acciones comunitarias que integran tecnología y sostenibilidad con sentido social.
Unir sostenibilidad, tecnología y conciencia social no es solo una aspiración, sino una necesidad imperiosa. La ecodigitalidad propone optimizar el uso de equipos tecnológicos, prolongar su vida útil, reducir la huella digital (como la acumulación de datos innecesarios) y generar una cultura digital que cuide el planeta. Por ello, esta juventud no solo adopta el cambio tecnológico, sino que pretende liderar un modelo digital más justo, inclusivo y ecológicamente responsable.
¿Qué es la ecodigitalidad y por qué es importante en Colombia?
La ecodigitalidad se entiende como una cultura de uso consciente, ético y sostenible de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), contemplando su ciclo de vida completo: desde su fabricación, uso eficiente hasta su eliminación responsable. Este enfoque busca reducir tanto la huella digital ambiental como la social, abogando por prácticas que consideren el impacto ecológico y humano (Fundación Fepropaz, 2023). En Colombia, la iniciativa Cultura Ecodigital (CED), lanzada en 2019, encarna esta filosofía al promover hábitos, normas y educación tecnológica sostenible dentro de comunidades y entornos educativos.
Aunque está relacionado con la sostenibilidad digital (orientada a optimizar el uso de infraestructura tecnológica con menor impacto ambiental) y con la ecotecnología (enfocada en tecnologías verdes y energéticamente eficientes), la ecodigitalidad se distingue por su dimensión cultural y ética: se ocupa del comportamiento humano y social frente a las TIC, no solo de la tecnología en sí misma.
Esta perspectiva es especialmente relevante en el contexto colombiano, donde el acceso a Internet y dispositivos digitales ha crecido notablemente, trayendo consigo desafíos ambientales como la acumulación de residuos electrónicos, el consumo energético desmedido y la desigualdad en el acceso digital. Frente a esto, promover la ecodigitalidad significa empoderar a la juventud para que adopte hábitos sostenibles, como prolongar la vida útil de dispositivos, reducir la huella digital, reparar antes que reemplazar, estableciendo una relación responsable entre tecnología, sociedad y medio ambiente (BBVA, 2024).
¿Cuál es la huella digital y ambiental de Internet en Colombia?
El consumo energético asociado a Internet es significativo, en especial en centros de datos, redes y dispositivos. A nivel global, el sector de los centros de datos representa entre el 1 % y el 3 % del consumo eléctrico mundial y genera cerca del 0,5 % de las emisiones de carbono globales (Data Center Dynamics, 2024). Además, un data center de 10 MW puede emitir hasta 50.000 toneladas de CO₂ al año, equivalente a las emisiones anuales de 10.000 automóviles (ITSitio, 2024). Se estima que, globalmente, estos centros podrían consumir más de 1.000 TWh para 2026, una cifra similar a toda la demanda energética anual de Japón (Atlas, 2025).
En el contexto colombiano, el acceso a Internet sigue expandiéndose. En enero de 2025, Colombia contaba con 41,1 millones de usuarios de Internet, lo que equivale al 77,3 % de la población, con un incremento de 428.000 usuariosrespecto al año anterior (Branch Agencia, 2025). En cuanto al uso por regiones, en 2023 el departamento de Meta registró un índice de uso de Internet del 86,7 %, seguido por Bogotá D.C. (85,9 %) y Valle del Cauca (84,7 %) (Dane, 2023). Paralelamente, el consumo de redes sociales es ampliamente masivo, con plataformas como WhatsApp alcanzando más del 90 % del público digital scielo.br.
El impacto ambiental del consumo digital, aunque menos visible, no es menor. La expansión de dispositivos conectados, el almacenamiento de datos y el uso intensivo de redes incrementan la huella digital, lo que se traduce en mayor demanda energética y, por ende, en más emisiones de CO₂. Este efecto se agrava en contextos donde la matriz energética aún depende en gran medida de fuentes no renovables, como sucede en algunos países de América Latina (Atlas, 2025).. En Colombia, esto coloca en evidencia la necesidad de impulsar iniciativas que promuevan eficiencia energética, uso responsable de dispositivos y adopción de energías limpias en infraestructura digital.
¿Cómo se puede practicar la ecodigitalidad en la vida cotidiana?
Optimizar el uso de dispositivos. Prolongar la vida útil de tus gadgets es una forma efectiva de reducir residuos electrónicos y el impacto ambiental. Además, administrar el uso consciente, como reducir el tiempo en modo standby o evitar cargar dispositivos constantemente, promueve un consumo más responsable.
Reducir consumo energético en casa. Aplicaciones como Hobeen ayudan a medir, controlar y disminuir el consumo de electricidad en el hogar, desactivando automáticamente aparatos en standby y optimizando el uso de electrodomésticos (SoGoodSoCute, 2021). También, desde España, apps como RedOS, Ahorra en Luz o Hellowatt permiten monitorear el precio de la luz en tiempo real, identificar picos de consumo y recibir recomendaciones para economizar hasta un 20 % (Yoigo, 2025).
Uso de apps y herramientas verdes. Existen herramientas digitales que fomentan hábitos sostenibles. Oroeco permite evaluar el impacto ambiental de tus decisiones cotidianas; Refresh Go Green ofrece retos ecológicos semanales; y StandbyCheck identifica cuánta energía consumen tus dispositivos en standby (ecocreare, 2023). Apps como estas, junto a MyUse o EcoHuella, ayudan a controlar electricidad, agua o gas e interpretar la huella ecológica personal.
Hacks digitales conscientes para jóvenes. Más allá de aplicaciones, cultivar una cultura digital ecológica incluye prácticas simples pero poderosas: limpiar archivos y fotos innecesarias para reducir almacenamiento en la nube (y su consumo energético), ajustar el brillo de pantalla, activar modos de ahorro, apagar notificaciones excesivas, y usar plataformas en modo “lite” o versiones web eficientes. Estas pequeñas acciones, acumuladas, promueven una huella digital más ligera.
¿Qué políticas y proyectos existen en Colombia sobre ecodigitalidad?
Colombia cuenta con una hoja de ruta sólida a través de su Estrategia Nacional Digital 2023–2026, la cual está diseñada para promover una transformación digital centrada en la equidad, sostenibilidad ambiental y bienestar social (mintic.gov.co). Paralelamente, la Política de Gobierno Digital (Decreto 767 de 2022) busca fortalecer la relación entre el Estado y los ciudadanos mediante servicios públicos digitales seguros e inclusivos, integrando los principios de acceso responsable y confiabilidad tecnológica (fondoadaptacion.gov.co)
En lo académico y educativo, la Fundación FEPROPAZ impulsa la ecodigitalidad mediante una aproximación interdisciplinaria que tiene en cuenta la salud mental, la ética digital, la sostenibilidad del ecosistema digital y los derechos de infancia y adolescencia.
En el terreno práctico y comunitario, Colnodo ha liderado múltiples iniciativas relevantes: desde redes comunitarias de Internet en zonas rurales desconectadas hasta formación en seguridad digital y gobernanza abierta. Estos proyectos combinan inclusión digital, soberanía tecnológica y responsabilidad social.
Finalmente, en el ámbito más amplio de sostenibilidad, Colombia marcó un hito al convertirse en el primer país del hemisferio occidental en adoptar una taxonomía verde nacional, un instrumento que facilita la identificación de actividades sostenibles para la financiación, incluyendo aquellas con componente digital o ecológico.
¿Qué beneficios tiene la ecodigitalidad para la juventud y el planeta?
Beneficios ambientales. La ecodigitalidad facilita una significativa reducción de residuos electrónicos al promover el uso prolongado y responsable de dispositivos, así como minimizar el almacenamiento digital innecesario que consume energía. En contextos educativos, integrar la Cultura Ecodigital fomenta una comprensión profunda sobre el ciclo de vida de la tecnología, incentivando prácticas que contribuyen a la disminución del consumo energético y la huella ecológica digital (Fepropaz, 2023).
Beneficios sociales. Adoptar la ecodigitalidad fortalece el acceso más consciente y equitativo a la tecnología. Iniciativas como Cultura Ecodigital en colegios colombianos integran educación tecnológica con valores de responsabilidad ética y ambiental, formando ciudadanos digitales informados y críticos, capaces de usar las TIC de forma que beneficie tanto a la comunidad como al entorno.
Beneficios personales y para la salud mental. El uso responsable y consciente de la tecnología, como limitar el almacenamiento digital, moderar el consumo y evitar el uso excesivo, está relacionado con mejoras en el bienestar emocional. Estudios sobre intervenciones digitales para la salud mental en jóvenes muestran que herramientas digitales bien diseñadas pueden mejorar síntomas de ansiedad y depresión, además de aumentar la retención educativa y perspectivas laborales (National Library of Medicine, 2025). Aunque aún en investigación, este tipo de herramientas digitales, cuando se integran con criterios de sostenibilidad, pueden aportar beneficios tanto individuales como sociales.
Conclusión
La ecodigitalidad en Colombia no es solo una tendencia, sino una necesidad urgente para enfrentar los retos ambientales y sociales que trae el mundo digital. La juventud consciente se perfila como protagonista de este cambio, al integrar la sostenibilidad con el uso responsable de la tecnología y la construcción de una cultura digital ética. Practicar la ecodigitalidad significa proteger el planeta, fortalecer la equidad social y cuidar la salud mental, generando un futuro donde innovación y sostenibilidad avancen de la mano.
Escrito por: Nuestra Directora