La violencia sociopolítica en Colombia ha tenido consecuencias a nivel social, educativo, económico y político, que ha afectado directamente a amplios grupos de la población, quienes se han visto obligados a abandonar sus hogares y trasladarse a otros lugares a causa de este fenómeno, provocando la ruptura de lazos familiares. Este desprendimiento de la familia les afecta directamente, provocando desintegración social y desarraigo. (Rodríguez (2012) define “desarraigo » como “un sentimiento de no-identificación con la sociedad en la que el sujeto está inscrito y una añoranza por aquella en la que sí se sentía integrado”, Este nuevo escenario conduce a una pérdida de identidad, ya que la experiencia del desplazamiento forzado interrumpe lo que los sujetos han creado y por lo tanto lo que alguna vez fueron, es decir, su identidad se redefine y se actualiza en otros registros, los cuales, replantean su forma de actuar e interpretar la realidad.
La educación juega un papel importante en este proceso, y su tarea principal será realizar acciones específicas, que la ratifiquen como un derecho garante de los demás, y con esta acción, promover la creación de proyectos de vida digna. Garantizar la educación de los estudiantes afectados por el conflicto armado es una acción concreta que debe realizarse en condiciones de dignidad y respeto; requiere que el sistema educativo desarrolle medidas de promoción, prevención y protección para atender efectivamente a esta población.
En cuanto a las instituciones educativas, deben reconocerse como un tejido social en el cual participan varios actores, convirtiéndolas en varios espacios complejos que incluyen una diversidad de personas, haciéndolas responsables de la implementación de procesos educativos relevantes. Permitir que los grupos vulnerables y las víctimas del conflicto armado se recuperen de esta situación. Las escuelas pueden ser lugares privilegiados para construir y fortalecer redes de apoyo y cooperación, y son esenciales en las estrategias de compensación integral para las víctimas del conflicto armado. Más aún, en los lugares donde se recibe a la mayor parte de las personas víctimas; esto ayudará a construir un sentido colectivo de vida y promueve el desarrollo de las habilidades necesarias para restaurar el proyecto de vida de la víctima.
La importancia de la educación en escenarios de posconflicto
La educación juega un papel muy importante. El acceso a la educación es una herramienta importante no solo para proteger a los niños, sino también a comunidades enteras. La educación proporciona protección física, psicológica y cognitiva. En las circunstancias adecuadas, la educación proporciona protección física, mejorando la seguridad de los estudiantes y profesores. En muchos conflictos, los maestros son amenazados y obligados a huir, y los estudiantes a menudo no pueden ir a la escuela porque están rodeados de campos minados. La protección psicosocial se logra a través de la autoexpresión, la expansión de las redes sociales y el acceso a actividades clave. Al ubicar a los niños y miembros de la comunidad en sus roles sociales como aprendices, la educación les da un sentido de pertenencia y valor.
Por otro lado, según (Nicolai y Triple- horn, 2003). la educación ayuda a proteger las capacidades cognitivas de las personas afectadas por el conflicto , fortaleciendo así las habilidades analíticas de niños y adultos, ya que proporciona las herramientas necesarias para desarrollar habilidades para la vida en situaciones de posconflicto, por lo tanto, la educación es un elemento esencial en la resolución de conflictos o crisis. Para Jiménez (2008) la educación es más que la capacidad de leer y escribir. También aprende a vivir, a crecer con el resto de la sociedad, a nutrir la mente y el cuerpo, a comprender la diversidad del mundo y a tener una mente abierta que ayude a promover la democracia, la paz y la prevención de la violencia y los conflictos.
La educación como una garantía de no repetición en tiempos de conflicto
La relación entre educación, conflicto armado y paz implica una compleja relación bilateral. Por un lado, su impacto sobre el derecho a la educación en contextos de conflicto armado y, por otro lado, su potencial para promover procesos de paz y reconciliación (Infante 2013)
Un informe de la Fiscalía General de la Nación (2006) señaló el vínculo entre el conflicto armado en Colombia y la incapacidad del Estado para garantizar los derechos sociales de los ciudadanos, incluida la educación. El organismo de control analizó la observancia de las garantías del derecho a la educación por parte del gobierno colombiano desde 1991 hasta 2004, lo que mostró claramente la relación causal entre la falta de garantías de derechos en el país y las situaciones de violencia que derivan en violaciones de derechos humanos en diferentes regiones del país. La alta desigualdad del país es evidente ya que el sistema educativo excluye y discrimina a las poblaciones más pobres afectadas por la violencia, incluidas las poblaciones desplazadas, afrocolombianas e indígenas porque no pueden asumir los costos de una educación que dista de ser gratuita.
Por otro lado, otro informe elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) examina el estado de la educación y su relación con el conflicto armado. El contenido del informe explica cómo los sistemas educativos de los países pobres en conflicto armado no logran brindar a los niños, niñas y jóvenes una educación de calidad, lo que les impide adquirir las habilidades básicas para combatir la pobreza y el desempleo. Además, es preocupante que en muchas zonas de conflicto, exista impunidad por los abusos contra los derechos humanos que afectan a docentes y estudiantes, quienes se encuentran atrapados en enfrentamientos con actores armados.
En su informe, la UNESCO también llama la atención sobre cuatro grandes brechas en la cooperación internacional que ayudan a oscurecer la compleja relación entre los conflictos armados y los sistemas educativos.
- El primero es la falta de protección de los docentes, niños y niñas víctimas de violaciones a los derechos humanos.
- El segundo se debe a las desventajas de los servicios educativos. Muchas comunidades están tratando de mantener los servicios educativos en conflictos y lograr esfuerzos de cooperación diseñados para apoyar esta actividad.
- En tercer lugar, la recuperación y la reconstrucción están en desventaja al principio del proceso posterior al conflicto, ya que los países que salen de un conflicto a menudo se encuentran en el medio entre la ayuda humanitaria y el desarrollo, lo que genera interrupciones en la ayuda internacional.
- Finalmente, la falta de consolidación de la paz se debe al apoyo limitado a los sistemas educativos, que pueden desempeñar un papel clave en las soluciones a largo plazo y el cambio en el período posterior al conflicto.
UNESCO ha identificado algunas medidas prioritarias para la educación.
- Uso de su propio idioma en la escuela, especialmente en países relacionados con el racismo y la discriminación.
- La reforma del plan de estudios con especial énfasis en el tema de la historia y la religión, con la intención de dirimir conflictos y ofrecer otras perspectivas de análisis a los y las estudiantes.
- La descentralización de la administración educativa, lo que significa revisar la participación del gobierno central en las decisiones educativas.
- Finalmente, eliminar la violencia de las escuelas y, entre otras cosas, el uso de la violencia como castigo.
Respecto a la educación como herramienta en el proceso de construcción de paz y como garantía de no repetición, varios estudios han confirmado que la transformación del sistema educativo puede ayudar a remover los obstáculos que afectan la transición política, por ejemplo, (Pérez, 2014) sostiene que la educación proporciona protección para toda la sociedad, además de protección física, psicológica y cognitiva para los niños, por lo que es una herramienta clave para la construcción de una paz duradera. Por otra parte, (Infante 2013) considera que la educación en sociedades en conflicto va más allá del limitado sistema educativo para emergencias y puede contribuir al proceso de reparación y reconciliación.
Una breve revisión de los argumentos anteriores ilustra la importancia de discutir los cambios en la política educativa como una estrategia para sentar las bases para una transición pacífica más sólida. No cabe duda que la complejidad de determinar qué y cómo enseñar también es evidente, sobre todo cuando la comunidad educativa tiene diferentes experiencias y formas de entender su historia de conflicto y explicar las causas y consecuencias del proceso o construcción de paz. Conversaciones, medidas relevantes en el sistema educativo ayudan a actualizar valores y crear amplias narrativas históricas que se convierten en aportes a conflictos irrepetibles.
En Colombia, al igual que en otros países, los conflictos sociales son provocados por diversas situaciones que se han convertido en un desafío para el sector educativo, para poder desarrollar y promover una sociedad con paz y respeto a las opiniones de los demás en la diversidad y la libertad de expresión. pretende ser un punto de partida para analizar la importancia de la educación en los conflictos y cómo se puede articular para construir y restaurar las estructuras sociales que están al frente de las necesidades de países como Colombia.
La Fundación Fepropaz en el cumplimiento de sus objetivos y su propósito, como una organización que promueve el bienestar para la construcción de un país en paz, ha estudiado e identificado los problemas educativos de la población colombiana, por ello, se han creado diferentes investigaciones para poder desarrollar un modelo educativo que se adapte, y conozca las necesidades de las diferentes comunidades en nuestro país; cuándo, cómo y dónde están para atenderlos.
Con lo anterior, queremos promover la paz en todo el territorio. Y tú, ¿nos acompañas en este viaje?
Escrito por: Nuestra Directora