La energía eólica en el mar podría multiplicar sus capacidades de producción por 15 de aquí a 2040, contribuyendo a reducir el uso de energías fósiles en la economía mundial, indicó la Agencia Internacional de Energía (AIE) en un informe publicado este viernes.
«¿Por qué dedicar tantos esfuerzos a un informe sobre la energía eólica marítima’, una tecnología que apenas suministra hoy 0,3% de la electricidad mundial?, Porque su potencial es casi ilimitado», subrayó el director de la AIE, Fatih Birol al presentar el análisis.
Con costes de producción que se reducen drásticamente y progresos tecnológicos que multiplican por diez su capacidad, «está a nuestro alcance un enorme potencial, aunque aún queda mucho por hacer para convertir» este tipo de energía «en el pilar de una transición energética limpia», agregó.
El mercado de este sector ha crecido cerca del 30% anual entre 2010 y 2018. En los próximos cinco años, se abrirán 150 nuevos parques eólicos.
Europa ha sido pionera en tecnología eólica marina, y la región está posicionada para ser la potencia de su desarrollo futuro. Hoy, la capacidad eólica marina en la Unión Europea es de casi 20 gigavatios. Según la política actual, se espera que aumente a cerca de 130 gigavatios para 2040.
China, dice el grupo de expertos, también jugará un papel importante en el crecimiento a largo plazo de la energía eólica marina, impulsada por los esfuerzos para reducir la contaminación del aire. «La tecnología es particularmente atractiva en China porque los parques eólicos marinos se pueden construir cerca de los principales centros de población repartidos por el este y el sur del país. Para alrededor de 2025, es probable que China tenga la mayor flota eólica marina de cualquier país, superando al Reino Unido», anotaron.
Las proyecciones estiman que la capacidad eólica marina de China aumentará de 4 gigavatios en la actualidad a 110 gigavatios para 2040.
«En la última década, dos áreas principales de innovación tecnológica han cambiado el juego en el sistema energético al reducir sustancialmente los costos: la revolución del esquisto y el aumento de la energía solar fotovoltaica», explicó Birol.
Un aspecto tecnológico que podría revolucionar este campo es el desarrollo de turbinas flotantes que podrían desplegarse más lejos en el mar. En teoría, podrían permitir que la energía eólica marina satisfaga varias veces la demanda de electricidad de varios mercados clave de electricidad, incluidos Europa, Estados Unidos y Japón.