Los avances tecnológicos hechos por el hombre, especialmente en lo que va de este siglo, han impactado las relaciones de equilibrio existentes en la naturaleza, porque si es cierto que gracias al progreso científico el ser humano ha alcanzado un nivel de felicidad sin precedentes a lo largo de la historia, también lo es que ese aparente progreso, si no se remedia a tiempo, puede conducir a una catástrofe colosal y de graves consecuencias para el futuro de la humanidad.
Por lo anterior, han aparecido voces de alerta en la mayoría de los países del mundo, que han comenzado a tomar medidas para evitar, o al menos reducir, el impacto de la degradación ambiental. Esta es la razón de una serie de reuniones, bajo los auspicios de las más altas organizaciones internacionales como la UNESCO, la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), las Naciones Unidas (ONU), donde se han venido desarrollando una serie de encuentros ambientales tales como: la Conferencia de Estocolmo (1972); el Seminario de Belgrado (1975); la Conferencia de Nairobi (1976); el Congreso de Tbilisi (1977); la Reunión de Expertos en París (1982); el Encuentro de Moscú (1987): la Conferencia de Malta (1991), el Seminario de El Cairo (1991), la Acción 21 (1992), la Conferencia de Río (1992), el Encuentro de Chile (1995), el Encuentro de Cuba (1995), el Encuentro de Paraguay (1995), entre otros, en los cuales han quedado marcadas las directrices a seguir, tanto el comportamiento de los propios Estados como de los ciudadanos en materia de conservación, mejora y preservación de la calidad del medio ambiente que nos rodea. Por ello, en este artículo queremos exponer la importancia de la educación ambiental en las zonas rurales de los países.
Hacia una definición de educación ambiental
En primer lugar, debemos comenzar por entender más sobre lo qué es la educación ambiental. No es fácil encontrar una forma concisa y precisa de definirla. Dada la amplitud del término “medio ambiente”, que incluye los componentes físicos, biológicos y culturales de un ambiente dado, así como las múltiples interacciones entre ellos, la educación ambiental debe incluir los conocimientos, actitudes y habilidades de los seres humanos, con el objetivo de restaurar el equilibrio, constantemente amenazado, que la naturaleza a veces pierde.
Por lo tanto, es necesario utilizar soluciones y enfoques ecológicos para resolver los problemas que plantea la educación ambiental. Quizás esta sea la razón por la que el profesor F. González Bernaldes llama a la educación ambiental “todo intento de recuperar la conciencia ambiental y el conocimiento del papel del hombre en la naturaleza”.
La necesidad e importancia de la educación ambiental en las zonas rurales
El medio rural, por su peculiaridad, es poseedor de una amplia gama de valores físicos, biológicos, históricos, culturales y económicos muy importantes que pocas personas generalmente reconocen. Algunos de estos valores son:
- En las zonas rurales se producen casi todos los alimentos que componen la dieta humana. Por tanto, la calidad de estos productos de consumo depende en gran medida de la población rural y de su correcta actitud hacia el uso de los recursos que intervienen en su producción agrícola y ganadera.
- Un entorno natural con reservas ricas en minerales y plantas ubicado en un entorno rural con poca o ninguna variación por la influencia humana. Por tanto, los vecinos de las zonas rurales deben ser conscientes de la importancia de estos espacios naturales y del impacto de los cambios que se producen en ellos que pueden ser provocados por el hombre.
- El paisaje, como fuente de esparcimiento y diversión, tiene un valor que aumenta día a día debido a los precios del turismo. Esta función social del paisaje obliga a las personas de las zonas rurales a tener una conciencia individual y colectiva para ejercer la preservación y protección del paisaje en el que viven, teniendo así una fuente secundaria de ingresos y la legítima satisfacción del aprecio del visitante.
Educación ambiental en las escuelas rurales
Con su especial influencia en la formación de las nuevas generaciones, las escuelas rurales tienen una tarea muy preciada que cumplir, que incluye la conservación y mejora de todos los recursos y valores existentes en el medio rural. Lógicamente, el término «escuela rural» incluye todo tipo de escuelas que funcionan en zonas rurales, ya sean públicas o privadas, además, en esta categoría se incluyen las escuelas primarias y secundarias, los niveles técnicos profesionales, etc., así como las escuelas para adultos.
En términos de educación, existe la necesidad de nuevos enfoques metodológicos que puedan crear un diálogo más efectivo, participativo e iterativo entre la escuela y su entorno. Por lo tanto, los docentes deberán asumir y los padres exigir para sus hijos el ejercicio de una pedagogía más activa y comprometida con el entorno, además, adoptar por métodos de enseñanza más activos e interactivos, despojándose de métodos de memorización y libros antiguos, comúnmente utilizados en la educación tradicional. Sólo así mejorarán las actitudes de los jóvenes, que marcarán el destino de nuestra sociedad en las próximas décadas.
Una de las formas de implementar la innovación pedagógica en las escuelas rurales es implementar “proyectos escolares” que promuevan la participación juvenil, el rol crítico y responsable. Entre otros muchos beneficios, este tipo de proyectos estimulan la capacidad de observación e investigación de los alumnos y promueven una correcta comprensión y valoración del entorno, lo que influye en la actitud positiva de los jóvenes con relación al medio ambiente.
La educación ambiental como motor de la responsabilidad ciudadana
“La UNESCO afirma que el desarrollo sostenible comienza con la educación.” La educación ambiental debe asumir un nuevo papel como agente de cambio social, cooperando y estimulando acciones concretas, factibles y demostrables a través de la comunicación, la educación y las herramientas de comunicación. Por eso, un reto importante de la educación ambiental es dar a las personas la confianza que necesitan para sentirse protagonistas, no sólo innovadores de soluciones, sino actores claves en la investigación y participación en la solución.
La educación ambiental en las zonas rurales es el vínculo entre el desarrollo rural, el desarrollo sostenible y la prevención del extremismo violento. Para que esto suceda, es fundamental que esté presente en todos los lugares donde se encuentren los ciudadanos, apoyando y generando un verdadero cambio de paradigma social basado en la sustentabilidad. Para ser una herramienta de transformación social debe responder a las necesidades reales del contexto en el que se desarrolla, adaptarse y actualizarse para que sea más comprometida y eficaz en la comunicación con las personas para que se sientan parte de la solución. A través de nuevos enfoques y otras áreas.La responsabilidad es un valor en la conciencia de una persona que le permite pensar, gestionar, dirigir y evaluar las consecuencias de sus actos, por ello, la responsabilidad ciudadana a través de la educación ambiental se genera a través de conductas activas participativas, en las que se pone especial atención a su capacidad de tomar decisiones, autorregularse y negociar procesos de cambio local para la sostenibilidad ambiental de los recursos naturales y sociales y los recursos en su ámbito de trabajo.
Escrito por: Directora FEPROPAZ