Aunque por lo general las innovaciones tecnológicas están asociadas con un impacto negativo en el medio ambiente, no se puede dejar a un lado el hecho de que también, ha contribuido a la preservación ambiental. Esto sugiere que la tecnología ha tenido un papel importante en la mitigación del cambio climático. Pero ¿cómo es esto posible? Descubre a continuación cómo la implementación de los avances tecnológicos permite reducir el impacto del cambio climático.
El CO2 es el principal tipo de gas con efecto invernadero de origen humano. Aunque no puede percibirse ya que no tiene olor ni color, se encuentra presente en la atmósfera. De hecho, según la NASA, tal es así que en el año 1950 su concentración superó las 300 partes por millón, una cifra que no ha parado de incrementarse desde entonces.
De acuerdo a la misma fuente, se indica que al menos 800 mil años antes y hasta entonces, la concentración de CO2 en la atmósfera alcanza niveles máximos de entre 179 y 299 partes por millón, viéndose incrementadas las cifras a partir de hace apenas poco más de 70 años. Incluso se estima, que el incremento de las emisiones de CO2 se produjo justo después de la Segunda Guerra Mundial, debido al crecimiento tecnológico y demográfico que se evidenció para aquel entonces.
Pero ¿Cómo con estos antecedentes, la tecnología puede contribuir con la reducción de las emisiones de CO2? Se piensa que a través de tecnologías de captura. Un ejemplo de ello es el Net Zero Teesside, un proyecto que está explorando la posibilidad de almacenar las emisiones de CO2 en Reino Unido, de acuerdo con el sitio del proyecto, se espera que sea posible capturar al menos 10 millones de toneladas de CO2, provenientes de alrededor de 3 millones de hogares a través del uso de la energía proveniente de los residuos.
Sí, pareciera demasiado evidente, pero hay que destacar. La situación actual derivada de la pandemia del COVID-19, ha abierto las puertas a una nueva modalidad de trabajo. El teletrabajo ha llegado para quedarse, y se estima que conforme pase el tiempo más personas se integrarán a esta modalidad. De hecho, al menos en Colombia, de acuerdo a un estudio estadístico realizado por el MinTIC, se incrementó a 209.173 el número de trabajadores en modalidad de teletrabajo.
Siendo que para el 2020, según la misma fuente, 4 de cada 10 empresas habían adoptado el teletrabajo como mecanismo para hacer frente a la emergencia sanitaria, con expectativas a una evolución positiva. Más allá de los beneficios personales, se estima que con tan solo dos días a la semana haciendo teletrabajo se pueden reducir al menos 3 millones de toneladas de emisiones de CO2 por año, lo cual supone un evidente beneficio para contrarrestar los efectos del cambio climático.
Ya se ha mencionado anteriormente, la tecnología a menudo se asocia con un impacto negativo en términos de contaminación. No obstante, se sabe también que tienen un efecto favorecedor con respecto a la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero. Esto se debe en gran medida a las redes de comunicación existentes a nivel mundial y el monitoreo ambiental que se ejecuta a través de estas, permitiendo desarrollar toma de decisiones con medidas preventivas y correctivas oportunas bajo circunstancias que conduzcan al cambio climático.
En este sentido se entiende que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) desempeñan un papel fundamental en la extensa lucha contra el cambio climático a través del monitoreo, la predicción o a través de medidas adaptativas al mismo.
Durante años, cada vez más expertos se sienten orientados al desarrollo de herramientas tecnológicas que permitan contrarrestar de manera efectiva, los efectos negativos que el cambio climático ha demostrado sobre la vida en nuestro planeta. Con base en ello, se ha estudiado la posibilidad de por ejemplo, producir y utilizar alertas tempranas predicción y detección de catástrofes naturales, clima, fenómenos meteorológicos hídricos, entre otros, como sabemos el aumento de los desastres naturales en todo el mundo ha generado grandes pérdidas económicas, ambientales y de vidas humanas. Los sistemas de alerta temprana se han desarrollado como una herramienta para mitigar el impacto de estos eventos, De acuerdo con los temas tratados en la Conferencia Internacional sobre Sistemas de Alerta Temprana EWC
Por otra parte, Según las la organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación las tecnologías mejoradas pueden ayudar a prevenir o mitigar el daño causado por las amenazas naturales: Diversos métodos de control de aguas, por ejemplo, pueden reducir el peligro de daños por inundación, o ayudar a los humanos, animales y plantas a sobrevivir en caso de sequía. Otro ejemplo, son los métodos mejorados de labranza cero y las técnicas de conservación del suelo que pueden aumentar la producción en áreas agroecológicamente desfavorables, deteniendo la degradación ambiental y asegurando una mejor sostenibilidad.
Otra de las tecnologías que se han implementado para mitigar el cambio climático, es la utilizada para crear edificios inteligentes.
Los edificios inteligentes podrían contribuir significativamente a la reducción de los riesgos del cambio climático, según un nuevo estudio del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA).
La principal característica de un edificio inteligente es que los sistemas están conectados y permiten una supervisión constante y en tiempo real, permitiendo incluso ajustes automatizados. Para ello, tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), el Big Data, la Analítica de Datos y la Inteligencia Artificial (IA) son algunas de las tecnologías esenciales. Gracias al uso de este tipo de tecnología el potencial ahorro de energía de los edificios inteligentes es significativo. Los controles de edificios automatizados básicos pueden ahorrar entre un 10% y un 15% de energía en los edificios comerciales. Por otro lado, están los hogares donde el ahorro podría ser aún mayor, según Guzmán Navarro, director del Máster en Domótica de la Universidad de Málaga (UMA) el de energía podría ser de un 30% al mismo tiempo que podría generar conciencia de ahorro, ya que con la incorporación de un sistema de monitorización de consumos, el usuario puede tomar consciencia del consumo energético y modificar los hábitos para reducir el gasto.
Por otra parte, la fabricación de vehículos eléctricos es una excelente estrategia para disminuir la emisión de CO2, perfilándose como una de las mejores alternativas para este propósito, que poco a poco tiene amplia acogida, ya que en muchas ocasiones ofrecen estímulos tributarios para que las personas se animen cada vez más a comprar este tipo de automóviles.
Como quiera que sea, cada vez más personas están motivadas en combatir el cambio climático, con esto, se espera que la evolución tecnológica aporte más medidas y herramientas que satisfagan las necesidades de todos y que además ayuden a mantener en pie la idea de desarrollar estrategias innovadoras y a su vez más respetuosas con el medio ambiente.
En FEPROPAZ somos conscientes de la gran importancia que tiene la tecnología en la lucha contra el cambio climático, por ello, promovemos la cultura ecodigital para que todas las personas podamos actuar con conciencia ecológica y sostenible. Te recomendamos leer “El mundo necesita una Cultura Ecodigital”.
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